viernes, 1 de julio de 2016

El Choque (parte III)

Befbito con la adrenalina –y el licor- a mil estacionó su auto en medio de la pista y puso sus luces de emergencia para que no sea inoportunado por otro mal nacido de la carretera… otra bestia en ruedas.
“Este reconchatutia no sabe con quién se ha metido caracho! Ta que hoy estoy bravo! Hip!” –vociferaba mientras se remangaba su polito rojo –apretadito y afeminado-.  En esos momentos de emoción,  la mente de Betito sentía que podía batallar con el mundo y salir triunfador y había un motivo oscuro para ello…

Hacía algunos meses que nuestro triste personaje se había inscrito en el gimnasio (para contrarrestar su fama de alfeñique),  gracias a lo cual pensaba le había dado los músculos y fuerza necesarios para vencer a cualquiera que se cruzará en el camino y esto gracias a su batido de anabólicos esfuerzo con las pesas.  Pero la sucia verdad de la milanesa era que le encantaba y se volvía loca por publicar sus selfies maricones, esto lo conseguía entrando al gym (el cual había pagado 10 años de membrecía en un solo pago y sin descuentos), poniéndose su licra pegadita, tomándose una foto afeminada dizque ejercitando, y luego de las pictures (minutos después), se iba derecho a las duchas del gimnasio ya que en su jato solo había agua de desagüe fría (a betito le gustaba sentir el agua calientita en su potito), por otro lado sentía que ahorraba algunos chibilines (que imbécil!!!!).

Pasarían los años y nuestro triste héroe seguiría mandando estúpidos selfies en el gym con el título “live” utilizando distintas redes sociales tales como facebook, whatsapp, messenger, etc. Lo que nunca sabría es que sus amigos y su propia flaca eliminaban todas estas fotos sin compasión y en el facebook simplemente lo bannearian como amigo. “Qué raro que nadie de mis amigos de like” se preguntaba Befbito….

Regresando a nuestra historia, Betito bajó de su “auto deportivo” (reemplazante del conocido “Toyo”), apretando los puños y ajustando el potito (“soy de la cato mierda”), mientras que sus compañeros de aventura empezaban a esbozar una sonrisa con toda esta situación. Befbito empezó a caminar hacia la camioneta todo envalentonado - “ta mare baja tus luces altas cagón de mierda!” - pensaba mientras se acercaba, ya a estas alturas creía prudente solo tener sus ideas más aguerridas en su mente y no gritar nada por precaución.

Betito siguió acercándose lentamente y poco a poco sentía como el camioneton se hacía cada vez más grande e imponente, las lunas polarizadas le daban un cierto aspecto de película de gánsters y nuestro Befbito empezó a sentir una gotita de sudor correr por su sien mientras su orto empezaba a lubricar… “Chucha habrá que negociar! hip!” – volvió a pensar… Años después sus amigos verían que como negociador este aturdido ser era un cero a la izquierda y todo esto se cristalizaría en el famoso episodio “Los patrulleros y Betito” que será motivo de otra historia…

Betito paró su marcha justo frente a la puerta del chofer de la camioneta, al fin las luces altas no dañaban su limitada vista, pensó aliviado sin tener clara su estrategia de combate (¿Sería chuzado nuevamente? ¿Lo maltratarían una vez más como cuando le robaron sus CD’s piratas? No! Jamás! esta vez el tendría el control de la situación y haría justicia!

Después de unos minutos de silencio, la luna polarizada comenzó a  subir poco a poco (mientras la hombría de Betito iba bajando rápidamente), luego se empezó a abrir la puerta de la camioneta (Betito sentía como el  corazón se salía de su pecho y la sensación de desmayo invadía todo su cuerpo),  la puerta seguía abriéndose en una eternidad de tiempo mientras pequeñas gotas de pichi mojaban el calzoncillo con hueco de nuestro inmundo conocido. “Me desmayo!” – pensó lanzando un pequeño grito desgarrador casi imperceptible…  

En ese momento bajo un tío algo mayor que nuestro personaje con aspecto de padre de familia. Betito al ver que no se enfrentaba a la mafia o a un matonesco conductor sintió como el alma le volvía al cuerpo así como su espíritu peleador y bravucón.

“Oe webon! Qué te pasa? Has rayado mi Carro!!! Caracho!” – exclamo Betito airado, casi con ganas de arañar a su contrincante de turno.

“Oiga muchacho, es usted un imprudente! Como va a frenar así?” – replico con calma el correcto conductor.

“Oe qué? Yo conduzco como quiero, yo soy de rrioba pe, soy de Lainz oíste? Soy de Lainz!“ – grito Befbito. su estrategia de amedrentador no tenia pierde, sus amigos delincuentones seguro estarían orgullosos de él y no había dudas que obtendría  la plata para arreglar su ralladura y para un par de cajas de cerveza que invitaría a toda sus amigos de su ex cuadra para que lo viesen como el héroe de la jornada, aunque después de acabar las chelas ni un alma quedaría luego para congraciarse con él... como siempre…

“Hijo, no me importa tu procedencia mejor dejémoslo así, a mi auto también le has quiñado un poco el parachoque, pero no hay problema te perdono, sigue tu camino triste criatura” – Respondió conciliador el caballeroso señor.

“Nada won! Tú me pagas! Chocaste por atrás hijo de fruta! Págame!! Hic!!”  - exclamo más alto que nunca Befbito, su furia esta vez sí era real! Aparte tenía dos compinches que podrían ayudarlo a moler a golpes a su enemigo de turno si quería (Lo que no sabía es que el chancho ya se encontraba durmiendo desde hace varios minutos y que Josue no movería un dedo para salvarlo solo por el gusto de verlo sufrir y ya había parado un par de taxis para irse… realmente era una lechuza rastrera).

De pronto, el correcto conductor, esbozo una sonrisa de oreja a oreja, luego de soltar una sonrisa apenas perceptible y con algo de malicia replicó tan fuerte que Befbito casi se desmaya nuevamente “Oe conchatumadre! Mal parido! Estas borracho mierdaza!!! Ahora te cagaste perra!! Me vas a pagar el quiñado! No! Mejor llamo a la policía!!”

En ese momento Betito sintió su piel de gallina y toda la bravuconería, todo el poderío de sus ancestros y sabios consejos de los delincuentes de sus dizque amigos de rrioba se esfumaron tan rápido como llegaron. Betito una vez más sentía que era un perdedor y un don nadie, era el momento de “negociar”.

“Pero siñorcito, no shhhe me moleste pe…. Creo que hubo un malentendido, claro yo acepto dejarlo ahí y cada cual ir por shhhuu camino hip! ”  - dijo en tono conciliador y casi suplicante, mientras el conductor de la camioneta no sabía si reírse o meterle un cachetadon por awebado.

“Nada borracho de mierda, ahora me pagas!” grito y luego agarrando su celular (apagado) empezó a exclamar fuerte “Policía! Policía! Necesito que vengan aquí!”.

“No patrón! Nooo po favoooo…. Nooo…. Hip!” Befbito empezó a llorar desconsoladamente,  no podía ir preso! Que diría su mamita, sus amistades, la gente de su chamba Rabel! su jefa droppy! Y sobretodo….su marido Dandy!!!!

De pronto, en medio  de las lagrimas Befbito recobro la poca cordura que le quedaba y casi arrodillándose para pedir perdón exclamo “Siñorcito, yo lo querooo… yo li amo…. Por favor, no llame a la policía, arreglemos en buenos términos! hic!”

El extraño conductor hizo un análisis rápido de los daños de su camioneta, al final era solo un quiñe que fácil lo solucionaba con una pulida de 10 soles, mientras que el auto del alfeñique borracho si estaba jodido y se debía cambiar toda un paño el chasis…   “pobre webon” pensó.

Mientras el pata iba cavilando nuestro héroe befbito no sabía qué hacer, solo atinaba a poner su carita de gatito de shrek rogando a todos los santos (ahora si creía en ellos) por la bondad y misericordia de su oponente.

“Bueno mariconcito, dame 200 lucas y lo dejamos ahí!” – exclamo el chofer.

“Pero patrón, me parece un poco oneroso su pedido para ese pequeño quiñe… hip!” – replico nuestro amigo trayendo a la mesa su vena negociadora.

“Que has dicho mierda? Ahora la tarifa sube a 300!!!” grito el conductor, asustando a nuestro divertido personaje que a estas alturas ya tenía todo el calzoncillo orinado y cagado.

“Está bien caballerooo…. Yo pago yo pago… no si moleste po favoooo…. Befbito pagar tudito lindo amig-guito Hic!”  dijo Betito sumiso como una putita del averno, sin embargo al revisarse los bolsillos con hueco vio que no tenía más que 100 soles… “puta mare” pensó, luego dirigiéndose al conductor “un momento siñorcito, voy a mi carro a buscar la platita, no se vaya” (estúpidamente como si el patita se fuese a ir sin sangrarlo como a un mequetrefe)

Betito se fue raudo a su auto y sin más ni más, exigió a sus compinches que le completaran el money:  “Cabrones necesito  me financien! El señor del otro carro está muy ofuscado por mi falta! Ta mare, Uds que no me ayudan como copilotos caracho! Ahora ayúdenme con la guita pues webones! Hip!”

Deniro que recién despertaba miro a Josue y ambos se empezaron a cagar de la risa, siempre Betito era motivo de gracia y nunca dejaría de sorprenderlos.

Así, esta parte de la historia terminó con Deniro dándole 50 lucas a cambio de un pagare, luego Betito conseguiría el resto de dinero retirando de un cajero  como a 10 cuadras del lugar (Josue tenía billete en el bolsillo de sobra pero como siempre quería ver sufrir al Befbito, realmente era maliciosa esta víbora), luego, toda la suma de dinero fue dada al conductor el cual se retiro cagandose de la risa con toda su familia que iba con él, ya tenían guita suficiente para una buena cena y tragos.

Ya cuando la camioneta se encontraba lejos, Betito sintió toda la ofuscación por este duro momento y el coraje contenido comenzó a recorrer nuevamente sus venas y  la sensación de aventura nuevamente inundo todo su ser, “la noche es joven” pensó insulsamente, luego grito cual caudillo: “Vámonos mierdas!! Vao al norte cagadas!!  Quiero mujeres! Quiero negras! Quiero nutrias! Quiero kk en mi cara! Qué buena! Qué buena! Qué buena!!!!!!!”

La noche aun depararía más estupideces, perdón, aventuras para nuestros tristes personajes y Betito pondría nuevamente a prueba su destino…

Continuara….

No hay comentarios: