Aqui cabe resaltar la constancia y terquedad de Befbito, el cual pese a perder entre 50 y 200 soles -a veces dolares- en cada visita, volvía siempre atraído por el olor de las cholas gordas pezuñentas. “Que tal tubo” exclamaba mientras sapeaba de pies a cabeza a una de las dealers…. “Esta chola le huelo el culo hasta quedar noqueado!!” exclamaba locamente al ver pasar a otra cholocotona mozaica que le traía su ron con harta agua, hielo, poca gaseosa y un pollo (Befbito aprovechaba en los casinos para comer y tomar al máximo ya que en su jato- perdón la casa de su mamá- la refri paraba vacía y sus papas preferían comer un menú de 5 soles antes que dar de comer a este parásito que en sus casi 40 años seguía en la casa jodiendo). Así, mientras Befbito se deleitaba con cada bagre que pasaba por ahí, la dealer de turno le quitaba sus fichas, sin importar si el moncezaso de Befbito hubiese hecho un Black Jack, claro está con la complicidad de los asistentes de la mesa que reían del ridículo ser y la misma Lechuza que disfrutaba de manera traidora la desgracia de Befbito.
Regresando al viernes de esta historia, Befbito ya se encontraba abordado por los tragos baratos y sobretodo arriola a más no poder ("ya estoy arrecho") , como siempre, ya iba perdiendo también, en esta ocasión 50 lucas (lo cual significaba la gasolina de la semana que usaba para ir todos los medios días de su chamba a su jato para gorrear el almuerzo a su mamita).
A este sufrido esperpento lo acompañaba su amigo (y según las malas lenguas tambien amante) Charles Lolita, el cual para efectos prácticos será como si no estuviera en la historia ya que su ardiente relación con Betito podría ser motivo de otra aventura.
Befbito: "Preciosa, que hermosos ojos que tienes, que hermosa mujer " ... "mira que hermosa mujer" "que hermosa chilena, ayer soñe que te iba a conocer", coqueteaba descaradamente con una de las dealers que al escuchar las halagos de nuestro héroe, le regaló una sonrisa de manera tímida, algo que excito a Bebfito ("hoy la hago con esta chilenita") mientras por la mente de ella un pensamiento distinto afloraba (“a este webonazo hoy lo desplumo una vez mas!”)
Ese viernes Bebfito se sentía fino, distinguido, todo un gentleman, así que desde el principio, rechazo sus clásicos cuba libres de mala muerte por un trago a la altura de su alcurnia: Whisky (lo que no sabia es que el whisky servido era de la peor calidad, a parte que la proporción era una cucharadita de Whisky por medio vaso de agua y hielo y dos gotas de pichi del barman)
-“Ah que rico” exclamaba Betin mientras degustaba su trago, sintiéndose todo un Pro Player, mientras el dealer exclamaba
- “21, la casa gana”
En eso llego, el buen amigo y compañero de aventuras, el cerdo Deniro “hoy siento que la fortuna me sonria! OINK! VAMOS A JUGARRR!!!!!”
Luego de media hora.
- “Carajoink que malas cartas me están tocando!” exclamo Deniro el cual pese a ir perdiendo en las últimas manos, todavía tenia un poco de ganancia. Cabe mencionar que este repugnante ser, usaba técnicas ridículas para atraer la suerte, entre ellas, la de dejar de apostar cada cierto tiempo ("voy a hacer un refresh"), lo cual provocaba la ira de los demas jugadores.
-“Carajo cerdo de mierda estas que cagas la mesa” gritaba uno
-“Saquen a este loser de la mesa, y póngalo en la mesa de buffet bien horneado y con una manzana en la boca!” exclamaba otro.
Sin embargo el cerdo reía entre dientes de todos los insultos recibidos, como siempre todo le llegaba al pincho y el estaba en su ley, haciendo su refresh, si perdía, miraba triste y en silencio mientras sus fichas se alejaban, como si sintiera el cuchillo del carnicero cerca, pero si ganaba saltaba y reía haciendo su clásico baile ridículo de puntitas y sacando su lengüita de un lado a otro. “Soy un winner carajo, aprende Befbito!”
De pronto sonó un “rinnggggggggggggggg”, en el celular que Befbito había compradoque era de ultima generación cuando el cerdo DeNiro ya lo tenía hace dos años y había pagado mucho menos.
- "Esta llamando Lechuzón, quiere ir a KC", exclamó Bebfito.
- "Dile que de aqui nos vamos a otro lado", replicó el cerdo con la pija semiparada
Para variar el lechuzón Josué solo toneaba de manera exclusiva en su barrio de San Johan, ahí se sentía el rey del lechuzero, el papiriqui, su target por lo general eran cholocotonas del más bajo level, era una lechuza-buitre carroñera y por lo general conseguía sus presas gracias a su perro de caza “El embajador”. Claro esta, todas sus cochinadas las realizaba lejos de la mirada de su señora, a la cual engañaba de manera impune diciéndole que iba a jugar “Frontón” los sábados a primera hora y por eso debía ir dormir los viernes a la jato de sus viejos. Nadie sabía como engañaba a su flaca o si dentro de sus trucos había aprendido hipnosis para que la misma no descubriese su descarado actuar.
-"Oe, ventegg...tamoogggs en el Fortunaaahhh ...de aquí vemooos", contesto Betito babeando producto del trago barato que había ingerido ingenuamente.
Luego de la confirmación de la cabeza clava, Befbito siguió jugando y perdiendo… "Otro whisk" exclamaba en cada ínterin o cuando le quitaban sus fichas.
Al rato, llego la lechuza, ya para ese momento bfebito había perdido como 100 soles, pero estaba feliz por que había comido un par de sanguchitos ricos.
Bfebito siguió jugando y perdiendo, mientras la lechuza miraba sin apostar y reía entre dientes de la desgracia de su ”conocido” compañero de trabajo.
De cuando en cuando, en medio del juego, Lechuza hacia algún chiste estúpidos entre-cortado siempre acompañados de una carcajada de hiena insoportable. (Dicen que de chibolo solo veía el programa cultural “El chavo del ocho” y ahí aprendió que después de cada chiste, siempre había risas que se escuchaban al final, con este razonamiento cojudezco, nuestro limitado personaje plumifero, soltaba una risotada después de cada chiste monse que por lo general, en vez de risa daba pena o ganas de patearlo hasta desfigurarle el pico)
Alrededor de las 11 de la noche y después de una votación reñida, nuestro anti-heroes decidieron ir al cono norte. Muchas sorpresas depararía la noche que recién comenzaba ....
En eso llego, el buen amigo y compañero de aventuras, el cerdo Deniro “hoy siento que la fortuna me sonria! OINK! VAMOS A JUGARRR!!!!!”
Luego de media hora.
- “Carajoink que malas cartas me están tocando!” exclamo Deniro el cual pese a ir perdiendo en las últimas manos, todavía tenia un poco de ganancia. Cabe mencionar que este repugnante ser, usaba técnicas ridículas para atraer la suerte, entre ellas, la de dejar de apostar cada cierto tiempo ("voy a hacer un refresh"), lo cual provocaba la ira de los demas jugadores.
-“Carajo cerdo de mierda estas que cagas la mesa” gritaba uno
-“Saquen a este loser de la mesa, y póngalo en la mesa de buffet bien horneado y con una manzana en la boca!” exclamaba otro.
Sin embargo el cerdo reía entre dientes de todos los insultos recibidos, como siempre todo le llegaba al pincho y el estaba en su ley, haciendo su refresh, si perdía, miraba triste y en silencio mientras sus fichas se alejaban, como si sintiera el cuchillo del carnicero cerca, pero si ganaba saltaba y reía haciendo su clásico baile ridículo de puntitas y sacando su lengüita de un lado a otro. “Soy un winner carajo, aprende Befbito!”
De pronto sonó un “rinnggggggggggggggg”, en el celular que Befbito había compradoque era de ultima generación cuando el cerdo DeNiro ya lo tenía hace dos años y había pagado mucho menos.
- "Esta llamando Lechuzón, quiere ir a KC", exclamó Bebfito.
- "Dile que de aqui nos vamos a otro lado", replicó el cerdo con la pija semiparada
Para variar el lechuzón Josué solo toneaba de manera exclusiva en su barrio de San Johan, ahí se sentía el rey del lechuzero, el papiriqui, su target por lo general eran cholocotonas del más bajo level, era una lechuza-buitre carroñera y por lo general conseguía sus presas gracias a su perro de caza “El embajador”. Claro esta, todas sus cochinadas las realizaba lejos de la mirada de su señora, a la cual engañaba de manera impune diciéndole que iba a jugar “Frontón” los sábados a primera hora y por eso debía ir dormir los viernes a la jato de sus viejos. Nadie sabía como engañaba a su flaca o si dentro de sus trucos había aprendido hipnosis para que la misma no descubriese su descarado actuar.
-"Oe, ventegg...tamoogggs en el Fortunaaahhh ...de aquí vemooos", contesto Betito babeando producto del trago barato que había ingerido ingenuamente.
Luego de la confirmación de la cabeza clava, Befbito siguió jugando y perdiendo… "Otro whisk" exclamaba en cada ínterin o cuando le quitaban sus fichas.
Al rato, llego la lechuza, ya para ese momento bfebito había perdido como 100 soles, pero estaba feliz por que había comido un par de sanguchitos ricos.
Bfebito siguió jugando y perdiendo, mientras la lechuza miraba sin apostar y reía entre dientes de la desgracia de su ”conocido” compañero de trabajo.
De cuando en cuando, en medio del juego, Lechuza hacia algún chiste estúpidos entre-cortado siempre acompañados de una carcajada de hiena insoportable. (Dicen que de chibolo solo veía el programa cultural “El chavo del ocho” y ahí aprendió que después de cada chiste, siempre había risas que se escuchaban al final, con este razonamiento cojudezco, nuestro limitado personaje plumifero, soltaba una risotada después de cada chiste monse que por lo general, en vez de risa daba pena o ganas de patearlo hasta desfigurarle el pico)
Alrededor de las 11 de la noche y después de una votación reñida, nuestro anti-heroes decidieron ir al cono norte. Muchas sorpresas depararía la noche que recién comenzaba ....
continuará ....
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THE REAL LIFE
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